Si tuviésemos la oportunidad de mirar a México desde algún punto del futuro, seguramente nos estremeceríamos al ver el remolino de contingencias en el que se hunde, y con dolorosa urgencia nos preguntaríamos ¿por qué ocurrió así?
Pero, hoy, el problema es comprender nuestra situación desde el punto de vista que nos es accesible: el presente. Y, desde este punto de vista, lo cierto es no sólo que nuestros días se encuentran tensados por la pobreza, el desempleo y la violencia, sino más todavía, que desde la perspectiva ciudadana parecería no haber solución si no nos dotamos de otra clase política: la actual carece de entereza moral, de inteligencia estratégica, de responsabilidad y vocación pública para sacar al país del hundimiento.
“Vamos a necesitar 40 años para alcanzar el nivel que se requiere, lo que haría a México más próspero y más igualitario”, expresó Horacio Arredondo, decano de EGADE Business School durante el foro “Panorama Económico y Político de México 2024”, organizado por el Tecnológico de Monterrey en la Ciudad de México.
El experto advirtió además que la tarea económica que le espera a México para este año no es fácil, especialmente por el contexto electoral en el país y las elecciones en Estados Unidos.
“El año 2023 se vislumbraba menos turbulento que los anteriores, y no fue así; poco de lo que se dijo se ha cumplido. Este año estará bastante alejado de la tranquilidad; se estima que la disrupción y desaceleración serán temas, sobre todo por el año electoral”, expuso.
Everardo Elizondo, exsubgobernador de Banco de México, explicó que la desaceleración económica, la fragilidad del Estado, la desigualdad del ingreso y la riqueza, así como la extensión de la actividad económica ilícita influirán para que el crecimiento económico del país sea menor que el año pasado.
Los mexicanos del futuro, quienes ahora apenas se inician en la vida, deberán encontrar un México distinto y mejor al que nos toca vivir a nosotros. El futuro de las siguientes generaciones nos invita a trabajar unidos con un gran propósito en común: el desarrollo integral de la nación. Sólo así edificaremos una patria más fuerte, próspera, justa, ordenada y generosa.
La invisibilidad que el Presidente pretende darle a las acciones de barbarie que hoy inundan a la sociedad mexicana, son una muestra de incompetencia y de la política errática que el gobierno de la cuarta transformación insiste en mantener de pie.
Hay un clima de mucha violencia en todo México, donde difícilmente se puede hablar de paz, cuando en la mayor parte del territorio nacional se dan actos de suma violencia.
De nada le sirve al país el discurso de un mandatario ausente de la realidad, quien vive de culpar al pasado y evitar asumir las responsabilidades del presente.
LA IDENTIDAD MEXICANA ATRAVIESA POR UN PERIODO DE CRISIS POR LAS CONFRONTACIONES SOCIALES QUE SE VIVEN ENTRE LOS MISMOS MEXICANOS.
El actual gobierno federal en lugar de construir y fortalecer esa identidad mexicana, está fomentando la confrontación, el antagonismo y pensar, “gana mi grupo o lo perdemos todo”, en lugar de promover un diálogo fructífero entre formas y visiones, en donde nunca la gente se va a poner completamente de acuerdo, pero va a coincidir en elementos comunes que beneficien a la sociedad.
La democracia parte de la idea de que el otro, el que está frente a uno, con todas las diferentes formas de pensar en términos de género, en términos de cultura, de ideas y credos, tiene derecho a hablar, de que hay algo que se puede aprender del otro. Y cuando se niega ese principio, la democracia comienza a morir.
POR DAVID ALVAREZ MÉXICO