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ubén Larregui, es un cantante y compositor de rock de diversas variantes. Inquieto desde los 5 años de edad por la cantada oriundo de Río Bravo, Tamaulipas México, ya cuenta con casi 35 años de trayectoria profesional en los escenarios musicales. Vocalista de la afamada banda ya desaparecida ‘Status’ de San Luis Potosí. Un símbolo de la historia musical de los potosinos.
La apertura de su show es con el escenario como protagonista y, conceptualmente, no podía ser de otra manera: las luces se apagan en el lugar y la imagen proyectada nos lleva hasta una biblioteca con un rotulado con el nombre de Rubén Larregui. Entonces sí, el tiempo retrocede. Comienza su juego musical allá por los 80s y los 90s, hasta que el fast-forward nos trae al presente y la señal de ajuste sirve como referencia estética para el inicio. Es en Cozumel su hogar, los bares y restaurantes y grandes escenarios donde se anima a dar el paso adelante como especial «cantante invitado» de este emblemático lugar para emular el rock, y lo hace con la prestancia y la rigurosidad técnica que mantendrá durante la hora y media que dura su espectáculo.
Larregui, le suma sensualidad a sus temas extraídos del último álbum de estudio personal, recita más que cantar la letra, mientras las pantallas disparan psicodelia en colores. En cada lugar le otorgan espacio para que tenga libertad creativa como siempre lo ha proyectado, pero en realidad estudiando las canciones y entregándose a su público, cada nota es perfecta, el disfrute se contagia de arriba del escenario hasta cada rincón de los espacios dónde se presenta.
Temas clave del show para la audiencia y para los músicos, que al menos por un instante, cierran los ojos y sueñan con estar cantando y tocando una vez más junto al amigo y compañero. Solo la presencia de un artista tan esperado como Rubén Larregui le permite a los presentes salir del hipnótico sueño del tema anterior. El cantante la rompe y demuestra el alto nivel en que se encuentra con un performance impecable, que contagia a toda la audiencia. Entonces sí el final, con el superhit que cruzó fronteras con su extinta banda. Es el cierre de un espectáculo que, una vez más, como siempre lo ha hecho Larregui en el pasado, probablemente abra un nuevo camino en la industria del entretenimiento que se encuentra colapsada y aprendan las nuevas generaciones.
POR DAVID ALVAREZ MÉXICO PUBLICACIÓN EDICIÓN DIGITAL ENERO 2024 DESCARGALA GRATIS