“Ser papá es el mejor trabajo del mundo, pero el más difícil también” es el lema de UNICEF para hablar de la importancia del padre en la crianza de niños y niñas.
La presencia del papá es fundamental porque proporciona un modelo masculino y una figura de autoridad en su vida. Los niños y las niñas aprenden a través de la observación y la imitación, y el padre es una figura importante en el desarrollo de su género y su identidad sexual.
Entre más cerca estés de tu hija mayor será su capacidad para sostener relaciones sanas y respetuosas con otros hombres, tanto en lo personal como en lo familiar y profesional. Una relación cercana y positiva contigo le permitirá a ella tomar mejores decisiones sobre el noviazgo e incluso sobre un futuro matrimonio.
De hecho, el impacto que un papá tiene en la confianza de su hija es clave. La forma en la que interactúas y tratas a las mujeres, en distintos entornos y grupos sociales, tendrá un fuerte impacto en la vida de tu hija, pues ella aprenderá incluso de manera inconsciente qué conductas puede o no permitir; lo que vea en ti lo asumirá como algo normal e incluso deseará ser tratada así.
Por otro lado, las niñas que conviven en armonía con sus papás presentan menos riesgos de padecer estrés, depresión, ansiedad u otro problema que dañe su salud mental y emocional.
En síntesis, nunca dudes de la importancia que tiene para tu hija cualquier muestra de afecto que le des. Si quieres que se convierta en una mujer capaz, fuerte y segura de sí misma, impúlsala a lograr sus objetivos, dale el tiempo que puedas y apóyala en sus actividades escolares y recreativas.
De ese modo ella buscará estar cerca de ti y su relación será cada día más estrecha, pues te percibirá como una figura de autoridad que, además de exigirle, la orienta y la quiere incondicionalmente.
Activa la conexión paternal
Cuando asumes un rol activo en tu paternidad puedes incidir en todos los ámbitos de vida de tu hija. Y tanto en la creación como en el mantenimiento de ese vínculo todo cuenta:
- Lo que digas o no: aprende cuándo necesita una palabra tuya y cuándo basta con que respetes sus decisiones.
- Qué tan presente estás presente en casa: no sólo tienes que estar físicamente, también tienes que brindarle tu atención, lo que requiere concentración para escucharla y entenderla.
- Tu estilo de educación: es importante que pongas límites claros para que ella adquiera estructura y hábitos de manera genuina; no uses métodos violentos que perjudiquen su vínculo afectivo.
- Tu implicación en sus problemas: no siempre podrás evitar que tu hija tenga problemas o ayudarle a que los resuelva; sin embargo, sí puedes darle apoyo de distintas formas y magnitudes, según lo amerite el caso, y además enseñarle a hacerse responsable de sus actos.
Si en esos aspectos te muestras como un padre justo y cariñoso entonces ayudarás a que tu hija fortalezca su autoestima y construya una identidad que le permita maximizar sus virtudes y trabajar en sus defectos y áreas de oportunidad.
POR DAVID ÁLVAREZ MÉXICO