Copiar el estilo musical de otros cuando se carece de talento no es una buena estrategia a largo plazo para desarrollar una carrera musical exitosa. El plagio es una práctica ilegal y éticamente cuestionable. Es más importante encontrar tu propia voz musical y desarrollar tu estilo único, lo que te permitirá destacar entre otros artistas.
Es impresionante la cantidad de material que se recicla sin permiso en la música pop y rock, pero sorprendente en el regional mexicano. Sorprende el escasísimo respeto que se tiene por la propiedad intelectual. Tal vez quienes conjugan el verbo «plagiar» en primera persona no sean conscientes de la gravedad de sus actos, pero vivir sabiendo que has vendido como propio algo ajeno es, desde luego, poco castigo para quien por falta de talento o por escasez de ideas se rebaja a la utilización de semejantes artimañas. Escuchar, copiar, cambiar, adornar… y vender.

Los Cadetes de Linares es conocido como uno de los grupos de música regional mexicana más pirateados en México. Su nombre y estilo musical han sido imitados y aprovechados por diversos grupos sin autorización, lucrando deliberadamente sin respeto y con total impunidad.
Cuando uno se refiere a la música, la sospecha de plagio se puede extender a muchos ámbitos. Hay que tener en cuenta que una canción es un producto artístico complejo. Están los creadores (las letras y la música). Y, por supuesto, los intérpretes, que puede ser uno o un grupo. Se puede plagiar tanto la interpretación como la creación. En el primer caso, se canta como el otro, a la manera de. Siempre que no se esté rindiendo un homenaje o haciendo una parodia, uno entra en competencia ilegal con el intérprete del tema original, algo que la ley prohíbe. En el segundo caso, el artista canta a su manera, pero la canción sí es de otro. Es el acto más descarado, el que acapara más titulares. Por último, también se pueden copiar las letras.
Heredero de un legado de oro,
Rosendo Cantú sigue escribiendo la historia de un grupo emblemático de Nuevo León, más bien de México para el Mundo.
“La música es mi vida”, asegura, “y si me dieran a escoger, elegiría la misma encomienda”.
Rosendo Cantú posee los derechos legales del nombre
“Los Cadetes de Linares”, para él, es un halago que muchos artistas de gran talla actual se han inspirado en su trabajo y concepto musical; lo que no se vale, son aquellos que se dicen artistas del concepto ‘cadetear’, lucrando con un talento y estilo que existe y que no les pertenece, demostrando su falta de ética, cultura, y nulo talento artístico. Lo más indignante, copiar el tono de voz de
Rosendo Cantú para darle ese toque artístico; la cual es una voz única, original y digna de ovacionar del verdadero artista.

Una infracción de derechos de autor, infracción de copyright o violación de copyright es un uso no autorizado o prohibido de obras cubiertas por las leyes de derechos de autor, como el derecho de copia, de reproducción o el de hacer Obra derivada. Los alcances de la protección de las obras a nivel internacional están regidos por el Convenio de Berna, que establece un plazo mínimo de 50 años a partir de la muerte del autor. La forma en que debe tratar la legislación estas infracciones es un tema que genera polémica en muchos países del mundo.
El derecho penal mexicano solo trata las violaciones más graves del ordenamiento jurídico, y en el marco del derecho de autor, generalmente solo se sancionan penalmente las conductas que supongan la copia o el plagio de las obras protegidas, donde concurran dos circunstancias: el ánimo de lucro y el perjuicio a terceros, donde el beneficio obtenido posea especial trascendencia económica. La ley establece que a quien incumpla en las leyes, la privación de la libertad será de 3 a 10 años, y una sanción que va de 2.000 a 20 000 días de multa, todo esto con la finalidad de reducir los usuarios infractores.
El copiar y lucrar se gran legado, es una actividad delincuencial a la que muchos mexicanos ovacionan y se consideraría complicidad.
Los Cadetes de Linares de Rosendo Cantú, son y serán la leyenda de la música regional mexicana por la historia de México, digna de generaciones por casi la eternidad sin herederos del talento único y original en los escenarios.
POR
DAVID ÁLVAREZ
MÉXICO